“Sonidos del Huemul”

Carlos Gulisano

Febrero de 2016

Sonidos del río, exiguo, corriendo en los pedreros buscando su destino final

Sonidos de un canal, con aguas robadas del río, corriendo rápido entre los árboles vaya saber hacia donde

Sonidos del viento, encajonado en el valle, soplando hacia el lago cada día

Sonidos del follaje arrullador y de los troncos al balancearse por la brisa, como desperezándose

Sonidos del silencio en la quietud matutina, mientras un rayo de sol entibia un pequeño y frágil árbol

Sonidos de los troncos crujientes al quebrarse por el peso de la nieve en el invierno o, peor, al derrumbarse después de muertos, presa del viento o del río implacable erosionado los límites del bosque. 

Sonidos esfumados del hacha impiadosa

Sonidos de las grandes piedras y los troncos acarreados por el río, colérico, durante el deshielo o después de las grandes lluvias

Sonidos de las olas del lago hambriento, ansioso por devorarse las aguas del río que llegan exánimes a su destino final

Sonidos del canto del chucao, desde lo profundo del bosque, cuando los últimos rayos de sol logran colarse entre las nubes en las tardes tormentosas

Sonidos de algunos acordes, ejecutados por unos aprendices de magos, dispersados inesperadamente por el viento.